El sueño de cualquier astrónomo amateur es tener su propio observatorio. Es una aspiración, a la que ningún aficionado que practique esta afición con asiduidad (ya sea para hacer sus propias investigaciones o simplemente para captar las maravillas del universo), debe renunciar. Claro que, esto siempre está condicionado a tener un buen lugar donde ubicar su observatorio. El resto (un buen equipo, unas buenas instalaciones,...) es algo secundario.
En mi caso, he tenido la suerte de poder disponer no de uno, sino dos lugares de observación, aunque sin el calificativo de "buenos".
El 24 de Agosto del año 2002, coincidiendo con el segundo aniversario del fallecimiento de mi abuelo materno (Antoñito "Mireles"), pude inaugurar mi primer observatorio, el Observatorio Astronómico de Gáldar "Antoñito Mireles", el OAGAM. Un observatorio de pequeñas dimensiones, dotado de una cúpula de madera, de fabricación propia, de 2 metros de diámetro, que albergaría durante un tiempo a mi primer gran telescopio: un S/N de 10" a f/4 de Meade, (yo le llamo Telescopio "Anita Páez", en recuerdo a mi abuela materna) con una endeble montura LXD55, que me daría mas de un quebradero de cabeza, y que posteriormente fué sustituida por una CG5-GT de mejores prestaciones. Durante algún tiempo, este fué mi observatorio oficial.
Mas tarde, en el año 2006, una vez finalizada nuestra vivienda en Ingenio, inicio la construcción del Observatorio Astronómico de Ingenio "Juan Moreno", el OAIJM; ésta vez, en honor a mi padre Juan Moreno, gracias a su ayuda incondicional en la construcción del OAGAM. Tampoco es una gran instalación ni posee un gran equipo (con un telescopio Newton de 6" a f/5 con una montura LXD75 y una cámara CCD SXVF-M7), pero está dotada de una cúpula de 2.5 metros de diámetro, también de fabricación propia, de aluminio y fibra de vidrio en un 95% y de madera, que poco a poco he ido mejorando con su motorización y actualmente en proceso de computerización.
Aunque tampoco es una buena ubicación para un observatorio; aquí, he podido desarrollar y ampliar más aún y de forma satisfactoria mis conocimientos sobre esta gran ciencia.
Conocer amigos tan cercanos, como Isaias Vega, Juan María Díaz (Hubblemaría) , Javier Falcón y Álvaro Ruben, han servido en estos años para mejorar, en la medida de lo posible y poco a poco, las instalaciones desde las que hoy disfruto de las maravillas del universo.
Eso si, este camino recorrido se lo debo a todos los aquí mencionado, y también a mi madre Carmen Quesada, a mis hermanas y como no, a mi esposa Inma; por todo el apoyo mostrado.
A mi hija Estefanía (n. 21/09/2008)
En mi caso, he tenido la suerte de poder disponer no de uno, sino dos lugares de observación, aunque sin el calificativo de "buenos".
El 24 de Agosto del año 2002, coincidiendo con el segundo aniversario del fallecimiento de mi abuelo materno (Antoñito "Mireles"), pude inaugurar mi primer observatorio, el Observatorio Astronómico de Gáldar "Antoñito Mireles", el OAGAM. Un observatorio de pequeñas dimensiones, dotado de una cúpula de madera, de fabricación propia, de 2 metros de diámetro, que albergaría durante un tiempo a mi primer gran telescopio: un S/N de 10" a f/4 de Meade, (yo le llamo Telescopio "Anita Páez", en recuerdo a mi abuela materna) con una endeble montura LXD55, que me daría mas de un quebradero de cabeza, y que posteriormente fué sustituida por una CG5-GT de mejores prestaciones. Durante algún tiempo, este fué mi observatorio oficial.
Mas tarde, en el año 2006, una vez finalizada nuestra vivienda en Ingenio, inicio la construcción del Observatorio Astronómico de Ingenio "Juan Moreno", el OAIJM; ésta vez, en honor a mi padre Juan Moreno, gracias a su ayuda incondicional en la construcción del OAGAM. Tampoco es una gran instalación ni posee un gran equipo (con un telescopio Newton de 6" a f/5 con una montura LXD75 y una cámara CCD SXVF-M7), pero está dotada de una cúpula de 2.5 metros de diámetro, también de fabricación propia, de aluminio y fibra de vidrio en un 95% y de madera, que poco a poco he ido mejorando con su motorización y actualmente en proceso de computerización.
Aunque tampoco es una buena ubicación para un observatorio; aquí, he podido desarrollar y ampliar más aún y de forma satisfactoria mis conocimientos sobre esta gran ciencia.
Conocer amigos tan cercanos, como Isaias Vega, Juan María Díaz (Hubblemaría) , Javier Falcón y Álvaro Ruben, han servido en estos años para mejorar, en la medida de lo posible y poco a poco, las instalaciones desde las que hoy disfruto de las maravillas del universo.
Eso si, este camino recorrido se lo debo a todos los aquí mencionado, y también a mi madre Carmen Quesada, a mis hermanas y como no, a mi esposa Inma; por todo el apoyo mostrado.
A mi hija Estefanía (n. 21/09/2008)
Me ha alegrado mucho descubrir tu blog :), Juan Antonio. También me ha gustado mucho la historia de tus observatorios, muy interesante y entrañable. Estoy seguro que tienen un largo camino de descubrimientos. ¡Qué suerte las estrellas (y los cometas, claro ;))! ¿Qué haríamos sin ellas?
ResponderEliminarUn abrazo, J39 ;)
José Luis Doreste