Hace unas noches, buscando entre las nubes esa mancha lechosa que es el cometa 103P/Hartley2 he revivido momentos de otras épocas que a veces uno parece olvidar en el tiempo. Buscar este cometa me hace volver un cuarto de siglo atras...que ya son años.
Corría el año 1985 y aún vivía en casa de mis padres en La Punta del Clavo en Gáldar, donde hoy se enclava (y deteriora) el Observatorio Astronómico de Gáldar "Antoñito Mireles" (OAGAM). En aquella época, a pesar de los años ya dedicados a esta afición, el conocimiento que uno tenía del universo parecía ser infinito; los medios materiales eran infimos, las ganas eran incalculables y las condiciones meteorológicas parecían ser otra cosa.
Recuerdo especialmente las primeras noches del mes de noviembre. Llevaba varios años esperando ese momento...la llegada del incombustible 1P/Halley, el mas famoso y tal vez mas viejo de los cometas hasta entonces conocidos. Mi único medio para poder observar dicho cometa eran unos prismáticos de 20x60 propiedad de mi padre.
Durante todo el mes de octubre de ese año me pasé todas las noches escudriñando el cielo con los prismáticos y efemérides de la AAS en mano, buscando "mi descubrimiento" del Halley. Desde la terraza de casa, donde las noches eran frías principalmente debido al embate del húmedo viento nocturno procedente del mar, observaba lentamente cada grado de cielo buscando una estrella de mas en el cielo y que además se moviera...evidentemente no hubo suerte en ese mes porque aún no estaba muy a tiro. Parecía que debía llegar noviembre para cambiar la suerte.
Y así fué. La noche del 1 de noviembre de 1985, a eso de las 22:30TU, mientras observaba detenidamente por los alrededores de Las Pleiades, una extraña mancha casi puntual puso mi corazón a mas de 130 pulsaciones por minuto. Parecía que se me iba a salir del pecho o por la boca con la sonrisa de oreja a oreja que se me puso de inmediato. No me lo podía creer, parecía que ya lo había encontrado; y, eso que aún faltaban mas de cuatro meses para poder ser observado a simple vista. Para mi fué un gran momento...un gran momento que fué de repente eclipsado por una gran nube que me impidió confirmar si era o no el Halley. Convencido estaba de que lo era, pero habría de esperar a que las nubes me dejaran confirmarlo pasada unas horas. Pero Murphy (que aún no le conocía su fama) trabajó esa noche, y la siguiente, y la otra, y la otra,...hasta el 10 de noviembre.
Ese día, como los anteriores, estaba deseoso de confirmar "mi descubrimiento". Me pasé todo el día observando las nubes, el viento y todo lo que me pudiera impedir esa noche realizar una nueva observación del supuesto cometa Halley.
Y por fin llegó la noche, las estrellas comenzaron a aparecer tras la puesta de Sol. Me parecía que todas brillaban mas de lo habitual, como presagio de que algo bueno estaba a punto de sucederme. Y así fué. Primero me lanzé a buscar aquel punto de luz en la zona donde lo había dejado 9 días antes y por supuesto...¡¡¡¡¡¡ YA NO ESTABA ALLÍ!!!!!!
No me pude contener, lo que había guardado como un secreto entre la familia, se había convertido en un sueño hecho realidad para contar a grito por toda la casa...LO TENGO, LO TENGO. No dejaba de gritar a mis padres y hermanas que se apresuraron a pasar por el ocular de los prismáticos para ver el motivo de mi alegría, para ver ese objeto tan esperado.
Esa noche no me separé de mi amigo el Halley hasta bien entrada la madrugada, lo veía una vez y otra, y otra y así infinitamente en esa noche. Aunque no se apreciara el movimiento, no me cansé de mirarlo, lo quería para mi solo, como si de mi media naranja se tratara. Dormir esa noche me resultó complicado, porque no podía quitarme de la cabeza el momento histórico que había vivido.Parecía tener una CCD en la cabeza y a pesar de los cientos de cometas que desde entonces he observado, aún hoy perdura la imagen del gran Halley.
Pues eso fué lo que me recordó la busqueda del Hartley2 que aún hoy se me resiste, a pesar de que tengo medios infinitamente mejores que en aquella época, pero claro, contra Murphy no se puede luchar.